jueves, 29 de octubre de 2015

Gastronimia

GASTRONOMIA
 
En la gastronomía hidalguense son muy comunes los platillos elaborados con flores de diferentes cactáceas, como las de izote, de maguey, de sábila, de mezquite, de garambullo y de nopal, con las que se preparan tortitas o sabrosos guisados.
Tampoco faltan los nopales, cocinados en todas sus formas: como sopas, rellenos de queso y capeados, en ensaladas o en originales pasteles y budines. No podemos olvidarnos de las tunas, con las cuales se hacen ricas aguas o postres, como los xoconostles en almíbar o en mermelada, los cuales también se usan para darle buen sabor al caldo de pollo con verduras o a ciertos moles.
En Hidalgo es frecuente el uso de los hornos de tierra, donde se cocinan tanto la famosa barbacoa de carnero como las ardillas enchiladas o los conejos y los tlacuaches, metidos entre la duras pencas de maguey que se abren a lo largo.
Otras delicias son sus moles, como el pascal o el mole de conejo con piñones y nueces (que se encuentran en la región de Jacala), o los finos mixiotes, piel o epidermis de la penca de maguey con que se envuelven diferentes guisos que luego se cuecen al vapor, o los bocoles, gorditas de maíz cocidas en el comal y fritas, algunas veces rellenas de frijol, que sirven para acompañar otros platillos.
También hay una infinidad de alimentos hechos con pulque (aunque éste es cada día más escaso), como el suave pan de pulque, y en temporada son muy solicitados los gusanos de maguey, que se comen fritos, con guacamole y envueltos en una tortillita recién hecha, lo mismo que los chinicuiles, unos gusanitos rojos que se encuentran en las raíces del maguey, de sabor un poco más pronunciado, pero también exquisitos.

En cuanto a los dulces, son famosos los de leche, o los muéganos de Huasca o las pepitorias y palanquetas de San Agustín Metzquititlán, región productora de nueces.

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